Hace menos años de lo que parece, los servicios de impresión se reducían a gigantescos aparatos destinados a ejercer una función, la de imprimir, a diestra y siniestra. Los costos de este tipo de tecnología la hacían difícil de adquirir y un lujo que solo unas pocas empresas podían darse.
Sin embargo, con el tiempo, las impresoras, copiadoras y multifuncionales, fueron mejorando y, poco a poco, su precio también llegó a niveles donde más organizaciones podían contar con estos servicios. Después, lo que ocurrió fue que, de la mano de los nuevos avances y nuevas funciones, llegó algo más: los servicios.
Es decir, con el tiempo este giro se volvió no solamente de adquirir o rentar equipo, sino de brindar un servicio que cubriera con todas las necesidades del mercado y de las distintas empresas que requieren de las impresiones para su desarrollo y existencia.
Si tu proveedor de servicios de impresión te ha hecho quedar mal con tus jefes o con tus clientes, este artículo te interesa, pues en él vamos a explorar qué es lo que un mal proveedor hace y cómo es que esto evita que tu organización triunfe de forma interna y externa con sus impresiones.
Si contrataste a un proveedor para un servicio de impresión óptimo, acorde a tu nivel como organización, y lo que recibes son resultados de menor calidad, estás en todo tu derecho de estar inconforme.
Entre lo que puedes hacer para evitar este tipo de malos tragos, es solicitar pruebas de concepto antes de cualquier contratación, esto permitirá que conozcas la calidad antes de cualquier otra cosa y, si no se permiten pruebas, entonces es una señal a considerar.
En estos tiempos, es normal ver que todos ofrecen “soluciones a medida de tu compañía”, pero lo cierto es que muy pocos son realmente capaces de ofrecer la solución deseada. Recuerda esa frase que dice: “Lo prometido es deuda”, pues si lo que se te prometió no se cumple, entonces quedarás mal con más de un cliente.
Las impresoras y copiadoras, como cualquier otra tecnología, pueden presentar alguna avería o algún tema de configuración que deba revisarse. En esos casos, un proveedor debería estar al pendiente de tus necesidades y del estado de los equipos.
Es decir, el proveedor que te hace correr porque hubo una falla que no vió venir, y encima de todo no te brinda una respuesta inmediata, sin duda te dejará en mala posición en más de una ocasión.
Si existen errores recurrentes en tu organización, al hablar de impresiones, y tu proveedor no ha conseguido ayudarte a ponerle fin, entonces quiere decir que simplemente no le interesa.
Algunas veces, lo único que se necesita es una instrucción o breve capacitación sobre el correcto uso de impresoras y copiadoras para que éste no presente inconvenientes. Entonces, si tu proveedor simplemente no demuestra interés, habrá que tener cuidado.
Hay proveedores que ven en sus clientes un gran signo de pesos y se dedican a acumularlos con ambición. Tristemente, como hay “muchos peces en el mar”, poco les importa si están satisfechos o si su negocio marcha bien.
Un proveedor de servicios de impresión es tu socio, no solo tu proveedor, pues si ambas organizaciones marchan bien, entonces ambas crecerán. Contáctanos.
Un proveedor que no entienda esto último, solo intentará seguir en la acumulación de clientes insatisfechos.
Un ejemplo claro de esto es cuando una organización le da el “sí” a un proveedor, pues puede ocurrir que éste último desaparezca, como por arte de magia, al obtener lo que quería y se olvide del soporte o el mantenimiento.
Un proveedor que realmente entienda la importancia de sus clientes, velará siempre por las relaciones a largo plazo. Es decir, jamás intentaría ofrecer paquetes más caros o tecnología que no sea la solución para un negocio, sino todo lo contrario: justo y a la medida de lo que se necesita.
Es decir, un proveedor de un buen servicio de impresión sabe que entre más satisfechos estén los jefes y los clientes, habrá más productividad y más ventas. Esto significa que, con el tiempo, esa relación de proveeduría puede durar más años y ser más rentable para todos los involucrados.
Tanto el precio y el tiempo son factores sumamente importantes para darnos cuenta cuándo un proveedor puede ser un dolor de cabeza. Si el precio y los tiempos de entrega no se establecen con claridad o son cambiantes constantemente, es una clara señal de que ahí las cosas no serán tan sencillas.
La mejor manera de evitar esto es establecer claramente en el contrato lo que se ofrece desde el inicio, a fin de que los servicios se mantengan fieles a lo prometido, aunque, como puedes ver, es algo que, en teoría, no debería representar problemas.
En Compucentro sabemos que este tipo de panoramas son un dolor de cabeza para los jefes y los clientes, además de que pueden ocasionar malos resultados a las organizaciones.
Por ello, contamos con nuestro Servicio Administrado de Impresión, pensado para ser el antónimo de los malos servicios de este tipo y la solución 100% a medida que una empresa necesita.