Muchas veces, las organizaciones se resisten a probar opciones diferentes o alternativas que conlleven ciertos cambios. Esto es cierto no solamente en áreas de los procesos productivos de una compañía, sino también en áreas de soporte, como las de Tecnologías de la Información (TI).
Afortunadamente, las tendencias tecnológicas ayudan a que los cambios logren llegar a mejorar a las empresas, algunas veces desde adentro hacia afuera, otras desde fuera y, en ocasiones de ambas formas, como en el servicio Device as a Services, mejor conocido como DaaS.
Esta opción permite especialmente a las empresas reducir sus gastos en activos, pero ¿qué es y por qué lo permite? Eso es lo que explicaremos.
Para empezar, hay que explicar de qué se trata y la forma más sencilla de empezar es decir que es un servicio. ¿Qué ofrece? Hardware, a cambio de una suscripción mensual fija. Sin embargo, esa descripción es muy simple para lo que en verdad ocurre cuando se contrata este servicio.
En profundidad, DaaS no solamente se trata de un simple arrendamiento de equipo, sino que abarca todo lo que un área de TI debe contemplar. Es decir, si se requiere apoyo técnico, el proveedor del servicio debe cubrirlo.
Lo mismo ocurre con otros puntos a considerar, como la gestión, los sistemas operativos, el respaldo y recuperación de la información y la administración de otros servicios.
En otras palabras, con DaaS, una organización no tendría que preocuparse por otra cosa que no sea su propio negocio, pues la tecnología con la que desempeñen su labores estará cubierta.
Este elemento, si bien es importante en una compañía, no necesariamente es la mejor alternativa cuando se trata de TI y definitivamente no es la única. Esto ocurre porque los equipos tecnológicos tienen muchos puntos a considerar cuando hablamos de adquisiciones, arrendamiento y más servicios.
Una empresa que cuenta con un departamento de TI y que, además, brinda un equipo propio a su fuerza laboral, no solamente debe adquirir los equipos, sino también cubrir todos los puntos que mencionamos antes.
¿Qué ocurre? Cuando una organización sobrepasa los 100 dispositivos, esto se convierte en una labor titánica para las capacidades de un equipo de TI promedio de una empresa.
Es entonces cuando los activos se transforman en una carga que ralentiza a la organización, puede reducir la productividad y pone en riesgo los datos sensibles de una compañía, amenazando incluso con traer más problemas de imagen, operatividad y más, a cualquier negocio.
DaaS es un servicio que solo puede ofrecer una empresa especializada, como Compucentro. Esto significa que, además, también ofrece las ventajas de trabajar con expertos.
Para empezar, como vimos antes, no se requiere una fuerte inversión en activos, pues el proveedor es quien se encarga de prestar el equipo, como parte de la suscripción mensual acordada.
Pero no solo eso, el proveedor también tiene la oportunidad de diseñar la configuración que la organización necesita, a la par del equipo necesario, dependiendo de las soluciones que requiera cada cliente. Y si todo eso no fuera suficiente, la implementación también es algo de lo que se ocupa el proveedor.
Por lo tanto, la primera etapa de diseño, configuración e implementación, deja de ser un gasto que deba cubrir la empresa que contrata el servicio.
Una vez en operación, contar con DaaS no solamente implica la operación como tal, pues la resolución de problemas, la migración y la consultoría, forman parte del servicio.
Esto permite optimizar los procesos constantemente, lo que aumenta las actividades que los usuarios de los equipos pueden llevar a cabo. Así, tampoco hay gastos por activos que tienen problemas que deben solucionarse por el área de TI de una empresa.
Finalmente, los activos tecnológicos necesitan mantenimiento, pero afortunadamente un servicio DaaS también cubre la protección de los equipos y el soporte.
Como vimos antes, DaaS es un servicio que reduce eficientemente el gasto en activos, pero no se trata de una solución que se oponga a las áreas de TI, sino que puede ser un gran complemento.
Cuando una organización contrata DaaS, su área de TI se libera de muchas responsabilidades, lo que le permite enfocarse a los objetivos que le deben preocupar aún más: los de la empresa.
En pocas palabras, DaaS es una solución que abarca los grandes retos de la operatividad de los activos por un precio fijo mensual. Además, todo esto con equipos de calidad que cubran con las necesidades de la plantilla laboral de las organizaciones.