En nuestros días, prácticamente cualquier empresa necesita tecnología para su operación o para mantenerse competitiva en su mercado. Esto ha generado el surgimiento de un gran número de compañías dedicadas a ofrecer servicios de Tecnologías de la Información (TI).
Sin embargo, con este contexto, existe un problema que puede complicar los planes de las empresas que renuevan o que implementan tecnologías para sus negocios. Se trata de la prueba o validación de los recursos de TI. Eso es lo que trataremos en este artículo.
¿Has pensado cuántas veces adquieres o contratas algo sin haberlo probado antes? Es un buen ejercicio para ubicar mentalmente la problemática que conlleva comprar o rentar tecnología sin haberla probado antes.
Es decir, la mayoría de los servicios ofrecen periodos de prueba gratuitos, descuentos para compras iniciales o demostraciones para que conozcas cómo son o qué te ofrecen en realidad.
Entonces, del mismo modo, cuando una compañía decide adquirir o contratar un servicio, lo normal sería que tuviera la oportunidad de probar las TI antes de que se implemente en su negocio. No hacerlo es como entregar las esperanzas y la productividad de una organización con los ojos vendados.
Para complementar la idea anterior, debemos tener en cuenta la siguiente diferencia... Cuando adquirimos un servicio o un producto para uso personal y no lo probamos antes, es probable, si no estamos satisfechos, que sea muy molesto hacer una devolución o buscar un reembolso.
Sin embargo, el proceso en general a nivel personal es relativamente sencillo. Para un caso similar, pero de una compañía, la situación es totalmente distinta, pues el tiempo que conlleva dar marcha atrás a una decisión así, se traduce no solamente en segundos, minutos o semanas, sino también en mucho dinero perdido.
La razón tiene que ver con que no solamente se retira un servicio o producto que no convenció, sino que hay personal detenido, hasta nuevo aviso, a falta de esos recursos que se deberán cambiar. Entonces, toda la productividad puede verse afectada.
Además, en todo este contexto, cuando una compañía no prueba la tecnología antes de recibirla, se pierde también de, cuando menos, 3 factores relevantes y que veremos a continuación.
Cuando una empresa ofrece un producto o servicio, es normal que brinde información para que sus clientes potenciales conozcan las cualidades de lo que ofrecen.
En este sentido, poder realizar una comprobación de lo que se ofrece, antes de tomar la decisión de adquirirlo, es vital para saber si lo que se dijo antes es una realidad.
Además, esto también ayuda para conocer si se trata o no de la solución que necesita una organización en cuestión o si es preferible modificarla o, quizá en el extremo, optar por otras alternativas.
La efectividad es otro de los factores que se arrojan luego de probar un servicio o producto y podemos relacionarla con el porcentaje de éxito que se obtiene.
Tener este término en mente cuando se prueban equipos de cómputo nos permite considerar si no se está exagerando. Es decir, existen proveedores que aseguran, en su afán de conseguir clientes, la obtención de metas increíbles y que, en la práctica, resultan estar lejos de la realidad.
Como tercer punto están los beneficios y es un factor sumamente importante. Gracias a la realización de pruebas tecnológicas es que podemos saber a ciencia cierta cuáles son los beneficios de una implementación u otra.
Algunos proveedores, probablemente temerosos de encontrar fallas, vulnerabilidades, o deficiencias en sus productos o servicios, podrían evitar realizar pruebas. Sin embargo, en lugar de mejorar lo que ofrecen, deciden evitar que sus probables clientes puedan ver los beneficios que podrían obtener.
Algo que puede ser sumamente útil para una organización es conocer cuáles son las soluciones que necesita para los problemas que quiere resolver. Si esta información no se tiene y no es posible hacer un autoanálisis o no se sabe a ciencia cierta por dónde comenzar, siempre se puede buscar a los expertos.
Un ojo experto puede ayudar a ubicar los puntos que pueden mejorarse, especialmente con la ayuda de las TI. Después de ello, es hora de conocer las probables soluciones, incluyendo las pruebas, para que una compañía se decida a adquirir tecnología.
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